Considero que a veces soy un poco egoista, y no hablo de cosas materiales, en compartir soy la primera. No me hace nada de gracia que me hagan esperar, y sin embargo creo que mi mayor defecto es la impuntualidad. Cuando veo algo que quiero, intento hacer todo lo que esté en mis manos por conseguirlo, y hasta que no lo consigo, no me quedo tranquila. Podría decirse que soy un poco cabezota y muy, muy caprichosa, lo quiero todo aquí y ahora. Pocas veces suelo quedar satisfecha. Conozco a bastante gente, tengo muchos amigos, pero estoy segura de que con los dedos de las manos me sobra para contar a los de verdad. Aunque intento que no sea así, siempre suelo depender de ciertas cosas o personas, sin las que sé que no podría ser verdaderamente feliz. No tengo problema en expresar mis sentimientos, pero normalmente suelo sentirme bastante incomprendida, y no es nada cómodo. Si hay algo que me cuesta muchísimo, es pedir perdón. Pero perdono enseguida. Estoy segura de que lo peor que se puede hacer es perder el tiempo, y yo, lo hago a menudo, cosa que detesto, la vida es un regalo y cada segundo cuenta. Me considero bastante extrovertida simplemente necesito unas horas para coger un poco de confianza. Soy impulsiva, hago cosas sin pensar, de esas de las que luego la gente se suele arrepentir. Creo que es fácil hacerme daño, cuando me pongo soy bastante sensible. Adoro llorar, me alivia y desahoga muchísimo. Soy algo rencorosa. Aunque en ocasiones soy un poco vengativa, o un rato inmadura, si preferís llamarlo asi. Para nada soy materialista o superficial, no juzgo a nadie por su apariencia. Mi helado favorito es el de frambuesa con trocitos de chocolate. Adoro escuchar a las personas, y hacer que se sientan comprendidas. No aguanto que se me duerma el pie, odio las cosquillas, son una gran tortura para mí, o que me toquen el pelo. Me gustan los idiomas, pero no domino ninguno, excepto el español, algo de francés y pesima en inglés, eso creo. El color amarillo al lado del lila queda horrible. Adoro la música. Tengo un lorito llamado Marcelo, es precioso. Me gustan los animales para un rato, al igual que los niños, quiero tener dos hijos. No aguanto que la gente me tome por tonta. A pesar de ser un poco pesimista, nunca pierdo la esperanza en nada, y siempre me quedo con lo mejor de todo lo pasado. Soy muy celosa. Poco envidiosa. Me gustaria vivir un tiempo fuera de España. La oscuridad y el fondo del mar me dan miedo. El amor a primera vista es una farsa. Me encanta la música, admiro a mi hermano mayor. Me gusta viajar. Seria incapaz de matar a alguien. Nunca encuentro lo que busco, siempre pierdo todo. Le estoy empezando a coger manía a lo de pintarme las uñas. Si me llamas suena Ocarina. Odio el hígado, la coliflor, las sardinas y la nata. Prefiero lo dulce a lo salado. Me río por cualquier tontería y es muy poco lo que pido para ser feliz. Odio estudiar por obligación. Me gusta mucho leer. Odio las faltas de ortografía. Soy muy competitiva. Me gusta la gente que usa apelativos cariñosos. Duermo siempre con el móvil debajo de la almohada. Mi numero favorito siempre ha sido el 4, pero ultimamente prefiero los impares. Soy diestra. Odio la televisión, sólo veo las noticias, Salvados y poco más. Adoro dormir, pero no entiendo las siestas, me levanto de mal humor y se pierde mucho tiempo. No aguanto a la gente que se cree que canta bien. Si me preguntas que quiero ser de mayor, responderé cual niño de 3º de primaria que quiero ser rica. La comida china me da asco. No me gustan los babosos. Soy desconfiada. Amo los abrazos largos. Odio los piercing's encima del labio. No creo en Dios. Todas las tardes me hago un colacao para merendar. Siempre me duermo escuchando música. No me gustan los cambios, me gusta que las cosas sigan su curso normal, pero tampoco soy amiga de la monotonía. Me gustan las tormentas, ver y oír llover. Mi estación favorita es la primavera. Me da miedo cocinar, he aprendido ha hacer tortillas enteras. Dudo de todo, siempre compruebo las cosas mil veces. Siempre llevo reloj. No me gusta hablar cuando voy en el coche. En verdad odio ir de compras, me agobia, pero cuando empiezo no puedo parar. Odio corregir en clase. Me gustan las trenzas, pero prefiero llevar el pelo suelto. No me gusta llevar mochila. Tengo las manos grandes. Me gusta improvisar. No sé elegir. La filosofía y el inglés me dan mucho miedo. Detesto el nombre de Jose, no me gusta lo común. Me encanta soñar despierta. No me ilusiono con facilidad. Pienso que si se ponen normas, son para que alguien las incumpla. Odio los chistes sin gracia. Me gusta cotillear con la gente. Adoro los bolis bic. Odio oír el crujido de los huesos. Me gustan las ciudades grandes. Odio que no me tomen en serio. Adoraría volver a tener 5 años. Me llamo Irene Val, encantada.

martes, 14 de junio de 2011

Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse... Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo que hoy nos vamos a poner moraos. Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más.

Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez... El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse cómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansado de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso.

El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican los recambios.

Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitan más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo.

Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que lo disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirme a mí. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer.

Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura. Dime que tienes toda la vida, y yo voy pidiendo presupuestos. Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis "nunca más".

sábado, 11 de junio de 2011